El Proceso de Desnuclearización de Kazajstán. Análisis de los Factores Internos y la Influencia de Estados Unidos y Rusia

Abstract

La desintegración de la Unión de Repúblicas socialistas Soviéticas, en 1991, significó uno de los cambios más importantes en el orden mundial en el siglo XX. Se desmoronó el llamado mundo bipolar, pero con ello, se desató una gran incertidumbre en materia de seguridad debido a que el gran arsenal nuclear de la URSS quedó distribuido en cuatro países (Bielorrusia, Kazajstán, Rusia y Ucrania) que comenzaban su vida independiente. Esto provocó total incertidumbre en la comunidad internacional, sobre todo en Estados Unidos, por la correcta organización y resguardo de estas armas de destrucción masiva. Kazajstán, una de las naciones herederas de las armas nucleares soviéticas, se convirtió en la cuarta potencia nuclear del mundo, obtuvo un arsenal superior al de China, Gran Bretaña y Francia juntos. Pronto surgió el dilema de conservar o no este arsenal. Diversos factores tanto internos como externos fueron considerados para que tomara la decisión de desnuclearizarse. A nivel exterior dos potencias, Estados Unidos y Rusia, emprendieron acciones políticas y económicas para influir en la decisión de Kazajstán mientras que a nivel interior, el pasado nuclear al ser sede del programa atómico de la URSS provocó daños aproximadamente a 1.5 millones de personas. Situación difícil de ignorar debido a que aún existen ciudadanos con afectaciones y que algunos casos fueron documentados en un trabajo de campo realizado en la ciudad de Semipalatinsk, lugar donde se detonaron 456 explosiones nucleares como parte de los ensayos del programa nuclear soviético. La desnuclearización de Kazajstán fue una combinación tanto de factores internos como externos con lo que las potencias nucleares, Estados Unidos y Rusia, evitaron la proliferación de más Estados con armas de destrucción masiva capaces de desafiar su hegemonía en el sistema internacional.