Desarrollo de materiales y técnicas de construcción de bajo impacto ambiental para el diseño arquitectónico y la conservación del patrimonio edificado.

Abstract

Desde que el ser humano se volvió sedentario, la tierra cruda fue uno de los principales materiales utilizados para solucionar la necesidad de vivienda, y en México no fue la excepción, desde la época prehispánica se han creado y utilizado muchos sistemas constructivos para la edificación de pueblos y ciudades, tales como cob, bajareque, adobe y tapial, pero todos ellos con un factor en común: el bajo impacto ambiental. En las construcciones de tierra, cuando la calidad de la materia prima es adecuada y las condiciones climatológicas lo permiten, reciben procesos de mantenimiento periódico a partir del uso de tierra en combinación con substancias de origen orgánico para proteger sus superficies del viento y de lluvias con bajas y medianas intensidades. Pero en regiones con climas extremosos o con altas precipitaciones pluviales, las estructuras de tierra tuvieron que ser preservadas mediante el uso de materiales más resistentes como la piedra y la cal, así como implementaciones arquitectónicas para evitar la incidencia directa de dichos factores ambientales sobre las superficies construidas. Sin embargo, a pesar de sus muy buenos resultados, la aplicación de la cal como material estabilizante en la arquitectura de tierra ha sido escasamente estudiada. Desde tiempos remotos se utilizaron pequeñas proporciones de hidróxido de calcio para incrementar la resistencia mecánica de la tierra, así como para disminuir las afectaciones derivadas de agentes climáticos como la lluvia, humedad o viento, esta cultura constructiva que todavía en los años cincuenta y sesenta del siglo XX era muy frecuente, paulatinamente fue desplazada por la modernidad, el uso de componentes constructivos industrializados como el cemento, así como el tabicón o el block, que a su vez son derivados de éste material. En años recientes, a partir del auge que presenta la arquitectura sostenible, el uso de la cal y la tierra en conjunto, paulatinamente va adquiriendo una nueva dimensión al ponerse en evidencia sus cualidades económicas, ecológicas y sanitarias, así como el incremento de la resistencia a la compresión de ambos elementos estabilizados en algunos casos con materiales puzolánicos. La arquitectura de tierra poco a poco va recuperando terreno frente a la los materiales de alto impacto ambiental, principalmente a la industria del concreto y el acero. En el laboratorio de materiales de la UAM-X se estuvieron elaborando diversos prototipos para buscar mejorar y economizar diferentes sistemas de construcción con tierra a través de estabilizaciones con distintos tipos de materiales sin perder de vista el dañar lo menos posible a la naturaleza, así como el desarrollo de una nueva técnica de construcción denominada “tierra vertida”, con el cual conseguimos bajar los costos de producción, debido a que la mayoría del material constructivo debe ser el propio de la región y no se requieren operarios tecnificados para su elaboración, a su vez, se crean módulos de bajo impacto ambiental y un largo ciclo de vida, logrando así, tener una mejor armonía con el medio ambiente