Evaluación de conductas alimentarias de riesgo en estudiantes de educación básica de la CDMX.

Abstract

La ENSANUT 2018-19 sreportó que el 1.3% de mujeres y el 0.7% de hombres se encontraban en riesgo de tener un trastorno de la conducta alimentaria, siendo los adolescentes que presentan mayor problema (1.8%). (ENSANUT, 2018) Las conductas alimentarias de riesgo más frecuentes en esta población fueron: preocupación por engordar, comer demasiado y perder el control sobre lo que se come. (ENSANUT, 2018) Se han estudiado las CAR desde hace años y en diversos estudios se ha observado que en los adolescentes están presentes diversas conductas alimentarias, las cuales pueden perjudicar su estado de salud, ya que existe el riesgo de deficiencias o excesos de algunos nutrientes esenciales, además de producir deficiencias psicosociales ocasionadas por la presencia de niveles similares de comorbilidad psiquiátrica, como trastornos afectivos y ansiedad, de la misma manera que los Trastornos de la conducta alimentaria (TCA). (Unikel, 2017) En las mujeres son más frecuentes las CAR, pues durante el proceso de desarrollo se muestran muy insatisfechas con su peso y figura corporal. Ante la sociedad para que una mujer tenga autoestima y éxito se centra en su apariencia física, atracción sexual y la habilidad que tiene para negarse a sí misma el alimento. Lo que conlleva a dietas y el deseo obsesivo de ser delgada. Visto desde una perspectiva de género, las conductas de riesgo y trastornos de alimentación son el claro ejemplo de la falta de control de las mujeres para regir su vida. (Unikel, 2002). Por otro lado, las personas con IMC más elevado se han relacionado con la propia insatisfacción corporal y con poca autoestima, además de ser mas vulnerables a la crítica social que enfatiza los problemas con la imagen corporal, de lo que resultan los intentos para bajar de peso. Es por lo que se ha considerado al sobrepeso y obesidad factores de riesgo para el desarrollo de CAR (Saucedo y Unikel, 2010), (Unikel, 2002). El estudio de las CAR es muy importante, pues son manifestaciones similares a los TCA, con menor intensidad, pero cuya prevalencia es más elevada que la de los TCA. Además, seguir estudiándolas promueve seguir apoyando a que los jóvenes no caigan en esa constante persecución de la delgadez que no solo está sobrevalorado en su propia cultura sino también dentro de sus núcleos familiares y que los ha llevado a forzar su cuerpo a condiciones anormales para conseguirlo (Saucedo, 2010), (Unikel, 2002).