¿CUMPLIR MIS SUEÑOS O LOS DE OTROS? : La influencia de las relaciones de poder y el adultocentrismo en la niñez para la elección de sus metas a futuro.

Abstract

A lo largo de los años se ha mantenido en el imaginario social, que los adultos tienen la responsabilidad de controlar el comportamiento de los niños para que se acoplen a las reglas de conducta que la sociedad espera de ellos, lo que históricamente los ha colocado en un papel pasivo de obediencia y sumisión. Si bien, la evolución de las sociedades ha cambiado paradigmas alrededor de la infancia; centrando la atención en sus derechos como seres humanos, estos cambios no han logrado descolocar a los niños de la mirada de inferioridad, ya que a través de prácticas adultocéntricas se siguen minimizando sus ideas, opiniones, necesidades y sentimientos, por ello en la actualidad, las relaciones asimétricas continúan permeando su vida, colocándolos en desventaja y limitando su papel activo como sujetos; lo que a largo plazo influye en el camino de sus sueños y deseos. Lo anterior nos hizo preguntarnos ¿Cuál es la influencia del núcleo familiar en los deseos de los niños? llevándonos a investigar si toman decisiones a partir de los deseos de los adultos a su alrededor, y cómo su subjetividad se ve influenciada por las relaciones de poder que experimentan en su interacción con las diversas instituciones, así como sus formas de resistencia ante el adultocentrismo del que forman parte. La investigación la realizamos utilizando la etnografía a través de métodos cualitativos, lo que nos llevó a diseñar un espacio lúdico que incluyó actividades, como el juego y el dibujo, con el objetivo de que los niños pudieran plasmar su concepción de la vida y de la realidad. La implementación de dicho dispositivo, nos permitió observar que las prácticas adultocéntricas siguen presentes en la vida de los niños, ya que constantemente reproducen acciones y discursos que los adultos suelen mencionar. Finalmente el análisis de los resultados y las reflexiones finales giran en torno a la deconstrucción de la mirada adultocéntrica, que permita a los adultos reconocer los derechos de los niños y niñas en la vida social.