La construcción de la ciudad en el siglo XXI, el proceso de urbanización y el problema de vivienda en el Estado de Morelos

Abstract

El capital en su búsqueda de auto-reproducirse, busca cualquier ruta para lograrlo, el mercado inmobiliario es una de las actividades económicas más lucrativas para el capital, se vale de un derecho social, como es el derecho a la vivienda y del valor simbólico que tiene la casa para el sujeto, como hace mención en el sociólogo Pierre Bourdieu quien comenta lo siguiente “vinculada la familia al convertirla en propietaria, así como a su permanencia en el tiempo, que pretende garantizar y que presupone, la adquisición de la casa es, pues, a la vez una inversión económica –o, por lo menos, una forma de atesoramiento, en tanto que elemento de un patrimonio duradero y trasmisible- y una inversión social, en la medida en que entraña una apuesta sobre el porvenir o, más exactamente un proyecto de reproducción biológica y social”. Este derecho debería ser protegido por el Estado como agente regulador, más sin en cambio se ha olvidado de su responsabilidad dejando a libre albedrío a las inmobiliarias, dando como resultados una falla en la sustentabilidad, sostenibilidad de estos mega proyectos, y dejando a un lado el factor más importante; el desenvolvimiento social del sujeto en el entorno físico que ahora se encuentra. El capital voraz en que estamos inmersos en el siglo XXI nos ha orillado a los científicos sociales, a ser un contrapeso para frenar las políticas neoliberales, que han sumergido al sujeto (empleado-obrero) a endeudarse por más de 30 años en la adquisición de un patrimonio simbólico-material; que debería brindarle todas las facultades para autoreproducirse en un entorno social, donde sea “feliz”, suena utópico, pero si estos agentes asumen una deuda que les costará la mitad de su vida , lo mínimo que deben recibir es un entorno social que brinde lo antes mencionado. Por eso desde la academia, la universidad, desde cualquier trinchera debemos buscar un derecho a la vivienda digna, para los trabajadores.