Colaboración con el Centro de Estudios Alfareros

Abstract

Durante las primeras semanas de mi incorporación al equipo, nos enfocamos en entender el proyecto, su origen y los primeros contactos con las comunidades alfareras, subrayando la importancia de nuestra labor para mejorar las condiciones de los artesanos alfareros. Aprendí sobre los riesgos de los vidriados tradicionales, que contienen plomo, selenio, cadmio y bario, sustancias nocivas para la salud. Este conocimiento justificó el enfoque inicial del proyecto en el Centro de Estudios Alfareros (CEA) en Zautla, Puebla, la mayor comunidad alfarera del país. Zautla, junto con Santa María Atzompa en Oaxaca y otros centros de alfarería en México, enfrenta problemas serios debido a los vidriados tóxicos. Estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social han mostrado altas concentraciones de plomo en sangre tanto en familias alfareras como en comunidades cercanas, lo que destaca la urgencia de encontrar alternativas seguras. El proceso tradicional de fusión en hornos de baja temperatura no logra hacer los silicatos de plomo insolubles, facilitando la contaminación. El objetivo del proyecto es reemplazar los vidriados con plomo por alternativas seguras, basadas en investigaciones previas. Comenzamos aprendiendo a formular, aplicar y quemar vidriados, con la guía del Dr. Oliveras, quien nos proporcionó material teórico sobre la fórmula molecular de los vidriados, sus propiedades y acabados deseados. Preparé el taller y clasifiqué muestras de investigaciones anteriores, luego realizamos pruebas con 35 fórmulas de vidriados sin plomo en 300 probetas hechas con arcilla nacional y old mine. Aplicamos los vidriados en versiones crudas y sancochadas y procedimos a la quema en un horno durante 14 horas, seguido de un enfriamiento de casi dos días. Después de la quema, clasifiqué las probetas y documenté los resultados fotográficamente. Luego, me enfoqué en la investigación de vidriados a baja temperatura con el Dr. Oliveras, explorando fórmulas químicas y pruebas con el material Procerama PF200. Ajusté la cantidad de alúmina y agua para obtener acabados más transparentes y uniformes, y experimenté con mezclas de óxidos como cobalto y manganeso para mejorar la pigmentación. Además, participé en la revisión de un libro sobre la cerámica de Casas Grandes, colaborando con el Dr. Oliveras y el profesor Gonzalo Becerra. Revisé el texto, observé la calidad de las fotografías y ayudé a preparar el libro para su publicación.