El Juego Plástico como Acompañamiento Emocional en Docentes de Primaria

Abstract

El estrés, la depresión y, por lo que es necesario buscar nuevas herramientas para enfrentar esta realidad. Así, en el contexto de la educación primaria se buscan otras disciplinas, en las que se considere el papel de las actividades artísticas como parte integral del desarrollo personal, ya que está comprobado que el arte es un potenciador en la gestión de la emocionalidad. La presente investigación busca los vínculos entre el juego plástico, como propuesta de actividad, basado en la Educación Creadora, teoría desarrollada por Arno Stern pedagogo francés y su juego de pintar, además del juego de mancha y el juego de garabato diseñados por la arteterapeuta española Loly Mise, basada en experiencias artísticas y la emocionalidad. Se ofrece así una herramienta motivadora, que genere el acompañamiento emocional del docente sin que esto implique un trabajo terapéutico. El acompañamiento emocional docente es un concepto que involucra, las necesidades emocionales de los docentes y las de ser escuchados. Por un lado, este acompañamiento emocional se refiere a la capacidad que implica brindar compañía a otros que lo necesitan, ésta incluye compasión, empatía y tiempo para compartir con los demás, sin representar un trabajo terapéutico, es simplemente acompañar y escuchar al otro en un momento difícil, emocionalmente hablando. En este sentido la pandemia por COVID 19 en 2020, abrió aspectos que antes estaban presentes, pero que no se visualizaban dentro de la comunidad escolar. Este evento mundial abrió la oportunidad de ver y escuchar a la comunidad docente, y verlos como seres humanos, que sienten y que, sin duda, también sufren estrés y depresión, en resumen esto es a lo que llamamos acompañamiento emocional docente. Finalmente, el acompañamiento emocional del docente es un aspecto que siempre estuvo presente, pero no fue visto como una necesidad importante. Hoy en día, en el ámbito educativo, la emocionalidad merece ser atendida, en términos de crear y construir comunidades escolares resilientes, que permitan crear mejores ciudadanos y mejores sociedades, y quizás las actividades artísticas sean el camino para hacerlo.