Alternativa curricular para la planificación de ejidos y comunidades agrarias en México

Abstract

Los diseños curriculares de profesiones relacionadas con el medio rural han respondido particularmente sobre la posesión de la tierra. De 1930 a 1970 tuvo auge el género curricular sobre desarrollo agropecuario, para promover la producción de alimentos. De 1968 a la fecha se expandió el género curricular de desarrollo rural; para incorporar a los sujetos de la comunidad en su propio desarrollo. En 1992, surge el género curricular de derecho agrario, para atender las relaciones de propiedad de la tierra, producto de las reformas al 27° constitucional. Sin embargo, otros aspectos importantes de los núcleos agrarios no se han atendido o sólo de manera parcial. Las necesidades de otros diseños curriculares son evidentes, por ejemplo, en desarrollo social (que implica servicios básicos), desarrollo humano (que impacta en salud alimentación, educación y empleo), desarrollo económico (que incide en impulso a empresas familiares), desarrollo cultural (que atiende lo relacionado a lingüística y formas de creatividad prehispánica y mestiza), conservación y aprovechamiento de los recursos naturales por grupos campesinos, etcétera, no se están atendiendo de manera adecuada ni desde las políticas públicas, ni desde el punto de vista curricular. Por ello en esta exploración sobre los diseños curriculares aplicados al campo se detecta que hace falta la planificación de otros diseños curriculares que se avoquen en el futuro próximo a atender esos asuntos importantes pendientes. Las transformaciones recientes y las que aun están por llegar demandan una gran diversificación de las actividades en el medio rural: reformas al 27° constitucional, la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el desarrollo científico técnico en la producción de alimentos, el cambio en el perfil urbano rural del país, el deterioro de los recursos naturales y el ambiente, la polarización social entre el campo y la ciudad, y el nuevo escenario de las sociedades rurales demanda el desarrollo y práctica de un conocimiento diversificado más acorde con las actividades en el medio rural. La idea de un diseño curricular que atienda la planificación de los núcleos agrarios se propone catalizar ese desarrollo diversificado, formando a los planificadores que año con año se acerquen a la meta de 29,485 planes de desarrollo, uno por cada núcleo agrario, donde cada ejido y cada comunidad decidan su futuro próximo y lejano. Se piensa que un profesional de este tipo alcance, en promedio, a atender los núcleos agrarios de un distrito de planificación rural, de los aproximadamente 250 que cuentan con ejidos y comunidades agrarias. Esto marcaría la pauta tanto para la aplicación de políticas públicas al respecto y la planificación de nuevos diseños curriculares como los que aquí se esbozan. La tesis central de esta investigación radica en que los diseños curriculares aplicados en el medio rural se diversifican en el tiempo: primero surgieron en 1930 los agropecuarios, derivados de la revolución mexicana, después aparecen en 1968 los de desarrollo rural con la intención de incorporar a la comunidad rural en sus procesos de desarrollo, luego emergen en 1994 los de derecho agrario, para atender las relaciones de propiedad y tenencia de la tierra, como producto de las reformas al 27° constitucional de 1992. Sin embargo, hay necesidades en ese medio que demandan la creación de otros que atiendan por ejemplo las relaciones campo ciudad o rural urbano, el potencial productivo de los núcleos agrarios, el desarrollo humano, el desarrollo social, entre otros; ver esquema 3. En el capítulo I se sostiene la tesis de que los núcleos agrarios siguen siendo importantes en función de cinco aspectos: a) por la posesión de la tierra, que implica dominio territorial, b) por las relaciones campo ciudad que conllevan competencia y contradicción en la racionalidad urbana y la racionalidad rural, c) por el enorme potencial productivo que representan, el cual no se aprovecha plenamente, d) por la resistencia cultural de sus comunidades que mantienen por más de 500 años, lo que significa aportaciones culturales pendientes y e) por su participación política en la historia de México lo que comprende concertación con dichos grupos agrarios; ver esquema 1. En el capítulo II se sostiene que los diseños curriculares sobre desarrollo rural y similares no se han planteado la planificación de los núcleos agrarios ejido por ejido y comunidad por comunidad. Los diseños curriculares aun proponiéndose la planificación en el ámbito rural, se limitan a lo agropecuario dejando pendiente lo social, cultural y tradicional como formas de vida de ese sector social. Por lo cual se ve que un diseño curricular avocado a elaborar planes de desarrollo en los núcleos agrarios es factible y necesario. En el capítulo tres se determinan las necesidades sociales que justifican la implementación de nuevos diseños curriculares y las rutas para impulsar un racimo de diseños curriculares. La educación es una política pública que concentra sus esfuerzos curriculares en las áreas urbanas (la relación en los diseños curriculares urbano rural es 7:1 y la relación en la matrícula es 39:1, de cada 40 alumnos de educación superior 39 estudian diseños curriculares que se aplican en lo urbano y 1 de ellos lo hace para el medio rural). Se estimó que es pertinente el diseño curricular sobre planificación ejidal y comunal; ver esquema 2. En el capítulo cuatro se hace un boceto de diseño curricular sobre planificación ejidal y comunal donde se señalan algunas de las tareas profesionales, habilidades y conocimientos que deberá poseer el profesional que se forme en el campo de la planificación de ejidos y comunidades agrarias en México. En conclusión los diseños curriculares atienden lo rural en función del usufructo de la tierra, sin embargo, en ese medio se manifiestan otros fenómenos sociales y naturales que requieren de atención específica como las contradicciones entre el campo y la ciudad que derivan en lo ambiental; el potencial productivo de las más de 4 millones de unidades de producción; los fenómenos de resistencia cultural de los grupos prehispánicos y el amplio espectro de concertación con dichos núcleos agrarios; ver esquema 1. Los diseños curriculares en el medio rural señalan una clara tendencia hacia la diversificación: agropecuarios, desarrollo rural, derecho agrario, planificación, desarrollo social, cultural y lingüístico, los que marcan la necesidad de atenderse desde la planificación educativa y curricular; ver esquemas 2 y 3.