Prevalencia de depresión en adultos mayores con enfermedades crónico degenerativas del Centro de Salud T-II San Juan Ixtayopan.

Abstract

Los adultos mayores que viven con enfermedades crónico-degenerativas, en su mayoría, no saben o conocen de forma alguna lo que es la depresión. Por lo tanto, en la mayoría de las ocasiones, cuando presentan datos sugestivos de ella, tienden a pasarlos por alto, lo que se refleja, en la mayoría de los casos, en el descuido de su tratamiento. Es importante comenzar informándoles y, en caso de ser detectados, atenderlos de manera oportuna Los pacientes adultos mayores son más propensos a sufrir trastornos depresivos debido a diversas causas. Los determinantes sociales y factores condicionantes son diversos y complejos. Entre los principales determinantes, encontramos el 4 aislamiento social, ya que la falta de interacción social, la soledad y la pérdida de amigos o seres queridos, así como la disminución de la participación en actividades sociales, son determinantes significativos. Los problemas de salud física, como enfermedades crónicas degenerativas y otras comorbilidades, influyen en el estado de ánimo de los adultos mayores, contribuyendo a sentimientos de tristeza y desesperanza. La pérdida de roles sociales, la jubilación o la falta de trabajo también afectan la identidad y la autoestima de los adultos mayores, contribuyendo a la depresión. La existencia de estos trastornos conduce a los pacientes al descuido del tratamiento de diversas patologías, especialmente de las enfermedades crónico-degenerativas. Por otro lado, un mal control de estas enfermedades se asocia a un estado proinflamatorio crónico con un aumento de citocinas inflamatorias que actúan en diversos órganos, incluyendo el cerebral. Esto afecta principalmente estructuras como la corteza prefrontal y el sistema límbico-cortical, generando alteraciones en la plasticidad cerebral y dando como resultado trastornos ansiosos, depresivos. Esto se convierte en una retroalimentación positiva, por lo que es crucial abordar el problema enfocándonos en factores protectores como el ejercicio, una dieta adecuada, brindándoles herramientas psicológicas que les permitan mejorar la autoestima y la tolerancia a la frustración, e integrándolos a un grupo de apoyo. Todo esto con el fin de lograr un mayor bienestar a nivel físico y psicológico.