Comunicación política en las campañas electorales de Quintana Roo : Análisis del proceso para la elección de gobernador de 2010

Abstract

Los tiempos electorales son espacios relevantes dentro de la dinámica social y política de toda nación debido a que revisten una enorme carga legal y simbólica dentro del proceso de sustitución de representantes de la ciudadanía en los distintos órganos del Estado. Se vinculan, además, con el fortalecimiento del sistema de gobierno democrático y permiten conocer el grado de participación y cultura política de la población. En el caso específico de México, los momentos electorales adquirieron mayor notoriedad a partir de 1988, pues hasta entonces se percibían como meros trámites que cumplían con el requisito constitucional de celebrar elecciones periódicas pero que contrariaban el postulado de “no reelección” que dio inicio al movimiento revolucionario de 1910 debido a que implicaban una sucesión del modelo de gobierno por parte del partido en el poder a través de un cambio aparente de la figura presidencial. Los momentos electorales son espacios reducidos de tiempo que revisten características muy específicas, e incluso irrepetibles, por lo que su análisis es fundamental para el entendimiento de la interrelación existente de los actores involucrados en el espacio público, debido a la visibilidad que éstos adquieren y a la puesta en escena que hacen de sus características, fortalezas y debilidades. Si bien es cierto que la participación de la ciudadanía ha estado muy limitada en los procesos electorales, lo cual se refleja en los altos niveles de abstencionismo, podemos decir que la cultura política de la población ha ido incrementándose de manera gradual, permitiéndole encontrar nuevas formas de involucramiento en los asuntos políticos y no limitarse exclusivamente a la emisión del voto. Este aspecto es fundamental en el fortalecimiento del régimen democrático, pues al ser éste el ideal al que aspiran la mayoría de los gobiernos en la actualidad, requiere del establecimiento previo de ejes conductores de todos sus actores, siendo la ciudadanía y su ejercicio la base de este sistema. Otro aspecto importante de analizar en cuanto a los momentos electorales son las reglas que se establecen para su funcionamiento, las que se modifican en función de situaciones multifactoriales, y lo interesante desde el punto de vista analítico es precisamente determinar cuáles son esos puntos de injerencia que afectan a todo el sistema a partir de las reformas electorales, y por ende, a su propio gobierno. Cabe mencionar que a este respecto y tomando en cuenta las características del sistema presidencial en México, la reglamentación electoral actual ha retomado elementos que permiten dar legitimidad a la elección y certidumbre a los resultados, pero dista aún de las disposiciones más progresistas de legislaciones electorales en otros países de América Latina. En México el financiamiento para el funcionamiento del sistema electoral proviene casi en su totalidad del erario público y el continuo aumento de los montos destinados a este rubro también es un elemento destacado para analizarse más detenidamente. Sin embargo, el manejo que de estos recursos se hace por parte de los órganos electorales y los partidos políticos no se han transparentado de manera completa, con lo que se limitan otros aspectos del sistema democrático: la rendición de cuentas y el acceso a la información. Desde el punto de vista de un sistema democrático todos los elementos mencionados son importantes para su concreción; sin embargo, notamos como la realidad mexicana muestra un enorme distanciamiento entre la forma y el fondo de éstos. Formalmente se realizan comicios electorales de manera periódica, pero en el fondo éstos aún se ven permeados por prácticas fraudulentas e inequidad en el trato de los medios de comunicación a los distintos partidos políticos. Son precisamente estas instituciones las que han tomado el control del espacio público, y a través del manejo de su imagen en los medios determinan la agenda a partir de la que se deben tratar los asuntos de interés nacional.