Intervención nutricional en pacientes con Esquizofrenia del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz

Abstract

Los trastornos psiquiátricos se consideran afecciones de importancia clínica que están caracterizados por alteraciones en los procesos de pensamiento, en la afectividad y en la conducta. La esquizofrenia es una de las enfermedades más estudiadas y es considerada como un trastorno psicótico grave. Según lo reportado por la OMS el 1% de la población mundial la padece. En México se ha calculado que dicha enfermedad afecta entre 500 mil a 700 mil personas en el país. Los pacientes con esquizofrenia presentan una reducción en la expectativa de vida del 20%, atribuible en un 60% a enfermedad orgánica. Este hecho se explica en parte por la presencia de varios factores de riesgo modificables como hábitos de alimentación inadecuada, sedentarismo, tabaquismo y falta de interés por su salud. Por otro lado, el efecto de los fármacos antipsicóticos sobre el aumento de peso, el desarrollo de diabetes y dislipidemia con el inherente riesgo en la aparición de síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular. En el presente reporte se describe el trabajo realizado en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz en la Clínica de Esquizofrenia, ofreciendo asesorías nutricionales a pacientes esquizofrénicos ambulatorios, durante un período de seis meses, de junio a diciembre del 2012. La población de estudio fue conformada por 43 pacientes estables y bajo tratamiento médico con antipsicóticos, quienes asistieron a la consulta nutricional de manera voluntaria. La intervención nutricional incluyó la elaboración de un expediente, recordatorios de 24 horas, la toma de medidas antropométricas y la revisión de estudios de laboratorio con el fin de proporcionar un plan de alimentación adecuado, el cual se elaboró de acuerdo al sistema de equivalentes. El 95% de la población presento algún nivel de obesidad. Entre los factores que explican dichos resultados, puede mencionarse, el sedentarismo presente en el 86% de los pacientes, presencia de adicción en el 41 %, hábitos de alimentación poco saludables como; ayunos prolongados, omisión de comidas, preparación y cantidad inadecuada de alimentos. Entre las principales enfermedades, se encontró la trigliceridemia con el 31% y colesterolemia con el 13%. Como conclusiones se sugiere trabajar de manera integral con los profesionales de la salud en la prevención, a través de la inclusión de pláticas de alimentación saludable a pacientes y familiares y la necesidad de un adecuado monitoreo de los indicadores de riesgo para una oportuna detección, que permita una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.