Cuidados de enfermería y su trascendencia en la preservación del potencial donante tras muerte encefálica

Abstract

El trasplante de órganos representa uno de los logros más relevantes e importantes de la medicina actual. Poder recuperar con éxito la función de un órgano lesionado de forma irreversible, mediante la colocación de otro, procedente de otro individuo, representa un hito difícil de imaginar. El personal de enfermería junto al personal médico son la parte más importante de esta cadena ya que son los primeros en detectar a los posibles donantes, actuar con rapidez y activar el proceso, no solo en cuidados intensivos sino en áreas como urgencias, servicios de neurología, entre otros. Para cumplir todo esto, es muy importante la formación y renovación continua de conocimientos por parte de los profesionales sanitarios. Es fundamental un riguroso cuidado del donante de órganos ya que la calidad del cuidado de éste está relacionado con una pérdida real del donante en un 10% de los casos, por esto enfermería debe aportar todo su profesionalismo a este proceso, así como el resto de profesionales que trabajan detrás de lo que significa un trasplante; para conseguir con éxito una excelente procuración y mantenimiento de los órganos a trasplantar. Los cuidados que el profesional en enfermería aplica al potencial donante son fundamentales y necesarios para el mantenimiento y la preservación multiorgánica. Este protocolo aborda los cambios fisiopatológicos producidos durante la ME (muerte encefálica) y los cuidados enfermeros derivados de cada uno de ellos desde que se diagnostica la ME hasta que el donante es trasladado a quirófano. La muerte del paciente lejos de significar el fin de los esfuerzos determina el inicio inmediato del mantenimiento del donante. La identificación del donante de órganos en M.E. representa un reto actual en los países en desarrollo, por dos principales obstáculos: no se cuenta con la infraestructura básica ni recursos materiales necesarios y, no se tiene la capacitación de profesionales de la salud en esta área. Sin duda, identificar y diagnosticar la M.E. de manera oportuna mejora las posibilidades de obtener donaciones orgánicas en tiempo y forma. Podemos decir en resumen que el mantenimiento del donante es un proceso activo, dinámico, con múltiples factores involucrados dependientes del fenómeno de muerte encefálica. De ahí la importancia de conocer todas las etapas de este proceso y su repercusión en los diferentes órganos para que puedan ser corregidas a tiempo, logrando obtener el mayor número de órganos y de la mejor calidad posible, aumentando la posibilidad de éxito post trasplante.