Combustibles forestales como índice de riesgo de incendio en los parajes de la Joya de la Chivas, Huixtle y el Maguey en Volcán Pelado

Abstract

En México, cada año ocurren numerosos incendios forestales en sus diferentes ecosistemas (Xelhuantzi, 2010). En algunos casos, estos provocan pérdidas de recursos naturales de gran valor ecológico y económico. Por ejemplo, durante el 2009 se registró un incremento de ellos y de la superficie afectada con más de 54,230 hectáreas dañadas y 4,867 incendios (Muñoz, 2005). Se calcula que las actividades humanas ocasionan el 99% de éstos incendios y sólo el resto tiene como causa fenómenos naturales como descargas eléctricas y la erupción de volcanes (Comisión Nacional Forestal, 2010). El tipo de combustible permite diferenciar los fuegos/incendios urbanos de los forestales e incluso los de tipo agrícola, cuando afectan únicamente campos de cultivo (Plana, 2016). En esta investigación se evaluaron y caracterizaron los combustibles forestales e índice de riesgos por incendios forestales en los parajes la Joya de las Chivas, Huixtle y el Maguey en el volcán Pelado, Alcaldía Tlalpan, CDMX. Se utilizó la técnica de intersecciones planares propuesta por Brown (1974) adaptada para México por Sánchez y Zerecero (1983). En cada sitio, se realizó un muestreo de intersecciones planares, se colocó una cuerda de 12 m de largo, este se dividió por secciones las cuales se marcaron haciendo un nudo. La primera sección fue de 0 a 2 m, la segunda sección de 2 a 4 m y la tercera sección de 4 a 8 m. En la primera sección de 0 a 2 m de la cuerda se contabilizaron combustibles maderables de 1 h a 10 h, 100 h y 1000 h de retardo; en la segunda sección 2 a 4 m se contabilizaron los combustibles de 100 h y 1000 h de retardo; y en la tercera sección sólo se contabilizo los combustibles maderables de 1000 h. Los resultados indicaron que el combustible de 100 h de tiempo de retardo (TR) represento la mayor carga en esta categoría con 3.188 t/ha, seguido de los combustibles de 10 h de TR con 2.284 t/ha. Los combustibles no maderables resultaron con 11.389 t ha-1 de herbáceas, siendo el estrato más representativo y 6.99 t ha-1 de hojarasca. Los sitios de estudios en general son propensos a incendios forestales, estos a que se propaguen con mayor facilidad por causa a la gran cantidad de combustible acumulada.