La encrucijada del Estado de México :

Abstract

Cada administración política ha buscado de diferentes maneras, con la implementación de distintos recursos, reducir y/o erradicar los indices de criminalidad y violencia de determinadas regiones. Durante la administración del expresidente Felipe Calderón se comenzó a hablar de un mando policial único, que fuese capaz de coordinar a todas las policías estatales con mandos de comunicación entrelazados con los diferentes estados de la República, pero fue hasta marzo del 2016, que el entonces presidente de México, Peña Nieto, culmina el proyecto que da paso al Mando Único Policial. El estudio se centra en el Estado de México, territorio con 125 de los cuales 118 adoptaron este modelo de seguridad pública y 7 decidieron conservar el modelo tradicional de policía. Se seleccionaron dos municipios similares en kilómetros de territorio, cantidad de personas y número de elementos policíacos, Cuautitlán Izcalli y Atizapán de Zaragoza, durante los años 2015, 2016 y 2017, para analizar si la implementación de un nuevo modelo de policía trae consigo una disminución de los delitos, mayor profesionalismo de sus oficiales y menores tiempos de reacción en llamadas de auxilio. Se escogieron esos años en particular porque en 2015 ambos municipios tenía el mismo modelo de policía, en 2016 Cuautitlán implementa el nuevo modelo y, por último, 2017 para analizar el comportamiento de la incidencia delictiva en cada municipio con sus respectivos modelos de policía.