La implementación del Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PRONAPINNA) en la Ciudad de México para combatir la explotación sexual infantil durante la administración de Miguel Ángel Mancera 2016-2018.

Abstract

Desde la antigüedad, las niñas, niños y adolescentes (NNA) han formado parte de la población más propensa a ser víctimas de abusos que atentan contra sus derechos humanos de diversas formas, la más común de ellas hasta la actualidad ha sido el trabajo infantil, ya que los menores de edad son sometidos a largas jornadas de trabajo en su mayoría peligroso y mal remunerado. Según la Organización Internacional del Trabajo una de las peores modalidades de trabajo infantil es la explotación sexual comercial infantil, debido a que es una violación de los derechos fundamentales de la niñez, pues los menores son sometidos sexualmente por un adulto a cambio de una remuneración en dinero o en especie para una tercera persona (explotador). Las NNA son tratadas como objetos sexuales y como una mercancía que solo se utiliza con fines sexuales, por tanto es una forma de coerción y violencia contra esta parte de la población, equivale al trabajo forzado y es considerada como una nueva forma de esclavitud. Según la CNDH, el número de niñas, niños y adolescentes sometidos a la esclavitud sexual oscila entre 16 mil y 20 mil. Sin embargo, otros estudios sostienen que la cifra de NNA sometidos a la explotación sexual comercial asciende a 70 mil, de los cuales 50 mil son explotados en las zonas fronterizas y los 20 mil restantes por todo el país. Las cifras anteriores son útiles tanto para el gobierno como para la sociedad civil, ya que sirven para dar una noción de la magnitud de la problemática, sin embargo, es necesario recalcar que actualmente son precarias y poco confiables con respecto al número de víctimas reales. Ante esta situación el gobierno mexicano intento dar respuesta a las necesidades de protección de las niñas, niños y adolescentes al aceptar el compromiso con la Convención sobre los Derechos del Niño y las Naciones Unidas, de prevenir y erradicar el delito de la ESCI en sus distintas modalidades. Muestra de ello se vio reflejada en la creación de programas destinados a la protección de la infancia, sin embargo pese a las acciones implementadas para erradicar esta problemática en el país, México ocupa el segundo lugar a nivel mundial en turismo sexual infantil, además de posicionarse en el primer lugar a nivel mundial como emisor de pornografía infantil, también ocupa el segundo en producción y distribución de este material.