Violencia doméstica en la comunidad rural de San Salvador Cuauhtenco, Alcaldía Milpa Alta, Ciudad de México.

Abstract

En este trabajo de investigación se observó y analizó el papel que tienen los servidores y la infraestructura públicos, dentro de la percepción de la seguridad de las víctimas de delitos, específicamente del problema de violencia doméstica; como caso de estudio la comunidad agraria de San Salvador Cuauhtenco, Alcaldía de Milpa Alta, CDMX. Esta investigación parte del problema que al menos el 52.6 % de la población femenina en la CDMX ha sufrido violencia, principalmente, por parte de sus parejas. De igual forma, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en su informe sobre violencia contra las mujeres, estableció que en 2019 un total de 718,019 llamadas de emergencia fueron relacionadas con incidentes de violencia familiar a nivel nacional; en este mismo informe, la CDMX presentó el primer puesto con 85,654 casos. El Instituto Nacional de las Mujeres, nos explica que “dentro los principales motivos por los que las mujeres casadas no denuncian la violencia contra ellas por parte de su pareja se encuentra: la creencia de que se trató de algo sin importancia 38.5%, por sus hijos 23.3%, por vergüenza 18.6%, por miedo 17.3%, porque no sabían que podía denunciar 10.5% y porque no confían en las autoridades 8.4%”, partiendo de este punto, casi el 59% de las mujeres que fueron encuestadas, señalan que la problemática de no denunciar se debe a tres factores que son responsabilidad del Estado: primero, la normalización de la violencia por parte de las autoridades, en búsqueda de la conciliación entre ambas partes; segundo, la desinformación, tratándose de un tema recurrente en estas comunidades; por último, la falta de garantía de seguridad, causante de la incertidumbre, es decir, no se asegura el cumplimiento de los derechos. Debido a lo ya mencionado, se planteó que la violencia doméstica es una problemática que no solo debe de ser abordada desde la perspectiva cultural, sino de la actuación de las autoridades en la atención a las víctimas. Se da conocer un mayor panorama sobre el cómo influyen las instituciones en la toma de decisiones; se entiende que el problema de la inseguridad se ve reflejado desde el hogar, siendo que la violencia doméstica se ha hecho presente en la historia de las familias mexicanas, y hasta cierto punto ha sido normalizado y asimilado como un problema de comunidades de bajos recursos; además de ser una cuestión cultural, también es un problema estructural.