Cultura política de género en la Frailesca : redes de parentesco, condiciones y estrategias para ser diputada en Chiapas

Abstract

Within the context of peasant conflict in one of the most conservative regions of Chiapas, La Frailesca, the incorporation of the first local women deputies to Congress is an analysis that goes beyond the conversation of parity. The conversations, evaluations, representations and practices about what, who and how politics should be implemented are permeated by gender stereotypes that are seen mainly within families and are perceived as an inherent part of the community. In this way, a gender-biased political culture is built, which coexists, replicates, stresses, or rejects the patriarchal-caciquil structures that conditions the political participation of women based on the disciplining of their lives and their bodies. This research shows the strategic practices of three women from the Frailesca region to stress the dominant gender political culture. Some of these practices and conditions were: territorial management or work, entailment of organizations and political parties, electoral disputes and parliamentary work, and, most of all, being members and protecting kindred policy networks that contribute to the social reproduction that divides the region into two main classes: landowner and peasant-worker.

En medio de un contexto de conflicto campesino en una de las regiones más conservadoras de Chiapas, la Frailesca, la incorporación de las primeras diputadas locales al Congreso es un análisis que rebasa el discurso de la paridad en puestos de elección popular. Los discursos, valoraciones, representaciones y prácticas sobre qué, quiénes y cómo se debe hacer política están permeados por mandatos de género que se replican principalmente en la familia, iglesia, escuelas y partidos políticos y se perciben como parte inherente a la comunidad. De esta manera, se construye una cultura política de género que convive, replica, tensiona o rechaza las estructuras patriarcales-caciquiles que condiciona la participación política de las mujeres a partir del disciplinamiento de su vida y de sus cuerpos. Esta investigación muestra las prácticas estratégicas de tres mujeres frailescanas (que fueron las primeras diputadas locales de la región) para tensionar la cultura política de género dominante. Algunas de estas prácticas y condiciones fueron: la gestoría o trabajo territorial, la vinculación con organizaciones y partidos políticos, la disputa electoral y el trabajo parlamentario, y, sobre todo, ser miembros y cuidar de sus redes políticas de parentesco que contribuyen a la reproducción social que divide a la región en dos grandes clases: ranchera-propietaria y campesina-trabajadora.