Los Caminos del Cuerpo en el Kung Fu: Análisis, Diálogos Corporales y Prácticas en Tres Mujeres de la Ciudad de México

Abstract

The main objective of this study is to analyze and understand the meanings associated with gender in the practice of Kung Fu and its repercussion on the subjective processes, body configuration and context of practice. The methodology is feminist and qualitative with a constructivist approach and the narrative autobiographical interview and observant participation through body dialogues were used as data collection techniques. Studies have shown the creation of differences in men and women constructed from discourses based on the creation of the two incommensurable sexes, justified from biological sex (Laqueur, 1994). The incorporation of certain movements, postures and body gestures are differentiated according to sex through a daily work of rules, appearances, rituals of interaction through postures, attitudes, ways of being, moving, etc. (Moreno, 2011). In this way, gendering (West & Zimmerman, 1990) implies the generation and reproduction of behaviors associated with the masculine and the feminine that coexist in the body. Martial arts, being considered as spaces for male development due to the use of certain skills, distance women from their practice (Rosa, 2008). In this research, we worked with three women with 10 years of constant practice in their styles of: Shaolin Kung Fu, Wushu Kung Fu and Master Paos Jip- Do system. The results indicate potential changes at the subjective, bodily and spatial mobility levels in the female practitioners.

Este estudio tiene como objetivo principal analizar y comprender los significados asociados al género en la práctica de Kung Fu y su repercusión en los procesos subjetivos, de configuración corporal y contexto de práctica. La metodología es feminista y cualitativa con enfoque constructivista y se recurrió a la entrevista autobiográfica narrativa y a la participación observante mediante los diálogos corporales como técnicas de recolección de datos. Estudios realizados han demostrado la existencia de diferencias en hombres y mujeres construidas a partir de discursos basados en la creación de los dos sexos inconmensurables, justificados desde el sexo biológico (Laqueur, 1994). La incorporación de ciertos movimientos, posturas y gestos corporales se diferencian de acuerdo al sexo mediante un trabajo cotidiano de reglas, apariencias, rituales de interacción a través de las posturas, actitudes, formas de estar, moverse, etcétera (Moreno, 2011). De esta forma, “hacer género” (West y Zimmerman, 1990) implica la generación y reproducción de comportamientos asociados a lo masculino y lo femenino que coexisten en el cuerpo. Las artes marciales, al ser consideradas como espacios de desarrollo masculino por la utilización de determinadas habilidades, alejan a las mujeres de su práctica (Rosa, 2008). En esta investigación se trabajó con tres mujeres con 10 años de práctica constante en sus estilos de: Shaolin Kung Fu, Wushu Kung Fu y el sistema de Jip-Do del maestro Pao. Los resultados indican potenciales cambios a nivel subjetivo, corporal y de movilidad espacial en las mujeres practicantes.