Microhongos del Suelo en Tlalpan, Ciudad de México

Abstract

En el suelo existen un sin fin de microorganismos, que destacan por su elevada variabilidad y adaptabilidad, así como, por su potencial para promover y modificar el desarrollo vegetal. Uno de los microorganismos más dominantes del suelo son los hongos, constituyen el 50% de la biomasa, su dominancia se debe a que llevan a cabo un amplio rango de funciones dentro del ecosistema, actúan como simbiontes, fitopatógenos, entomopatógenos y oligótrofos. Los hongos antagonistas son competitivos para el control biológico de fitopatógenos, ya que presentan diferentes mecanismos de acción (antibiosis, micoparasitismo, etc.) que controlan el desarrollo del patógeno. Además, de ser una mejor alternativa contra el uso de plaguicidas químicos que provocan cambios en la diversidad microbiana del suelo y contaminación ambiental. Actualmente existen pocos estudios sobre microhongos en la Ciudad de México, por lo que el objetivo del presente trabajo fue aislar e identificar microhongos de suelos con diferentes usos en Tlalpan, CDMX. Se tomaron muestras en siete predios, con uso de suelo habitacional/agrícola y forestal. Se aislaron y cuantificaron las unidades formadoras de colonias de microhongos (UFC). Asimismo, se identificó hasta género, por morfología colonial y micromorfología, las especies de microhongos. La mayor cantidad de UFC se registró en el sitio Alta Tensión (habitacional/agrícola). En total se registraron 41 géneros de microhongos, los sitios con mayor diversidad fueron San Miguel Toxiac y Alta Tensión. El género más predominante en Tlalpan fue Penicillum sp. Hubo presencia de géneros como Trichoderma sp. y Gliocladium sp. Dentro del sitio San Nicolás Totolapan (forestal), se encontró antagonismo (hiperparasitismo) por parte del género Aspergillus spp., en Acremonium spp. Tlalpan alberga una gran diversidad de microhongos, sin embargo, la presencia de asentamientos humanos que han propiciado cambios en el uso de suelo favorece la proliferación de especies fitopatógenas dañinas para el ambiente, por su capacidad para competir por nutrientes, inhibiendo la proliferación de especies antagonistas como Trichoderma y Gliocladium.