Criterios Para la Evaluación, Tratamiento e Inhibición de la Carga Bacteriana en una Herida Infectada en Felis Catus

Abstract

Este trabajo describe las características clínicas de un caso de herida infectada en Felis catus, caracterizado por la presentación catalogada como “complicada” y aquellos aspectos a evaluar para la identificación de la herida y su tratamiento. La etiología de las heridas varía, siendo las más comunes las generadas por mordeduras de congéneres u otras especies. Como consecuencia a cualquier trauma y dependiendo de la causa, hay un importante riesgo de contaminación, desgarres en tejido cutáneo, subcutáneo, muscular, órganos, etc. También espacios muertos, acumulo de fluidos y lesiones óseas. Todo esto puede muy fácilmente convertir una herida simple a una herida complicada. Entre mayor complejidad, puede aumentar el tiempo de tratamiento, los insumos necesarios, los procedimientos, el equipo o instrumentaria y, por último, con relación a todo ello, los costos (Bruhl-Day, 2015). Es por ello, que es muy importante la visita temprana o de preferencia inmediata al Médico Veterinario, para reducir el riesgo de complicaciones en las heridas. Dentro de los principales tratamientos, siempre se busca mantener la mejor limpieza posible de la zona, lo que implica el uso de soluciones antisépticas en concentraciones bajas para no causar citotoxicidad y así, no retardar los tiempos de cicatrización, uso de apósitos antisépticos y promovedores de la regeneración tisular. Diferentes tipos de terapias de presión activa y pasiva, afrontamientos quirúrgicos, desbrides, antibioterapia, manejo del dolor y en ciertos casos, (de ser la causa de la lesión) tratamiento específico a problemas previos que son causales de las lesiones. En este caso clínico, se desarrollaron diferentes procedimientos evaluando complejidad, facilidad de manejo, capacidad económica de los propietarios, herramientas (materiales, equipo y tiempo) y la evaluación constante de cualquier progreso o retroceso observable. Todo el tiempo se enfatizó la asepsia de los materiales utilizados y la correcta antisepsia de la herida. Se llevaron a cabo varios pasos para la resolución del caso, primero realizando un desbride de la herida. Posteriormente el progreso de la herida se mantuvo con un afrontamiento parcial, cambios constantes de apósitos antimicrobianos y aplicaciones de soluciones antisépticas en spray e hidrogel. De esta manera se permitió mantener las condiciones óptimas para que los procesos de cicatrización no se vieran limitados o afectados y, finalmente, un cierre quirúrgico de la herida sin riesgo de una dehiscencia del sitio quirúrgico.