Hagámoslo Juntas (DIT) : Hackfeminismos Onlife en México

Abstract

Esta investigación busca dar cuenta de las prácticas políticas desarrolladas por un conjunto de mujeres nodo que fueron pioneras del hackfeminismo en el país, particularmente de sus procesos de subjetivación política y la manera en que se articularon para dar forma a una nueva vertiente feminista, en un momento en el que: a) se experimentaba de pleno la crisis aparejada a la ruptura de unidad del sujeto del feminismo que caracterizó su tercera ola; b) los feminismos locales se encontraban en pugna por el tema de las identidades; y, c) persistían las resistencias entre las propias feministas para la adopción de prácticas tecnológicas más seguras y técnicamente más sofisticadas, aun cuando los efectos de las violencias online contra las mujeres y otros peligros derivados de nuestra presencia en los entornos digitales ya se habían expandido. Al respecto, cabe señalar que lo presentado se sitúa en un contexto previo a la pandemia por Covid-19, justo cuando los feminismos violetas y verdes comenzaron a gozar de una presencia global y empuje inusitados (en gran parte gracias al aprovechamiento estratégico de las TIC para la difusión de contenidos feministas y convocar a la movilización) y que en el caso de México posibilitaron grandes hitos para este movimiento, como fueron las marchas y señalamientos sobre la exacerbación de la violencia contra las mujeres que se dieron en el marco de la Primavera Violeta (#24A) en 2016; la despenalización del aborto en Colima, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Sinaloa y Baja California; y la aprobación de la Ley Olimpia, como un primer paso para el reconocimiento y penalización de la violencia de género en los entornos digitales.

This research addresses the political practices developed by a group of node women who were pioneers of hackfeminism in México, particularly their processes of political subjectivation and the way in which they articulated to shape a new feminist strand, creating their own collective action frames, repertoires and connective structures, at a time when the crisis associated with the rupture of the unity of the subject of feminism that characterized its third wave was being fully experienced and resistance persisted among feminists themselves to the adoption of safer and more technically sophisticated technological practices, even though the effects of online violence against women and other dangers derived from our presence in digital environments had already expanded.