Comparación de la pérdida dental en pacientes con síntomas depresivos y enfermedades sistémicas frente a pacientes clínicamente sanos

Abstract

México ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres asociada a la depresión y el noveno para los hombres, a consecuencia del abandono que sufren estos pacientes en relación con el cuidado propio. Aspectos como la salud bucal se ven afectados, lo cual se expresa de manera importante con la pérdida de dental. Objetivo: Comparar el grado de depresión con la pérdida dental entre pacientes clínicamente sanos y con enfermedades sistémicas que acuden al LDC Tláhuac durante los trimestres 19-I, 19-P, 19-O. Identificar la prevalencia y el grado de depresión en los pacientes con o sin enfermedades sistémicas que acuden al servicio estomatológico de la UAMX mediante el Inventario de Beck. Determinar el número de dientes perdidos y relacionarlos con el grado de depresión en ambas poblaciones. Métodos: Estudio descriptivo, transversal, exploratorio, cualitativo con un muestreo por conveniencia, basado en la aplicación de encuestas y entrevistas a profundidad en los pacientes, previo consentimiento informado. La pérdida dental se midió con el índice de caries CPOD. Resultados: Se revisaron un total de 31 pacientes en la clínica estomatológica Tláhuac turno matutino; 16 pacientes sistémicamente comprometidos con un promedio de edad de 31±82 y 15 a pacientes clínicamente sanos con un promedio de edad de 21±58 de los cuales el 13% pertenecían al sexo masculino y 87% al sexo femenino. Estos fueron agrupados de acuerdo con su condición sistémica 48% pacientes aparentemente sanos con un rango de edad de 21±56 y 51% con diagnóstico de alguna enfermedad sistémica con un rango de edad de 31±82. La pérdida dental fue mayor en pacientes con enfermedades sistémicas, sobre todo en grados extremos de depresión donde la pérdida de dientes es total. Conclusión: El estomatólogo debe tener un conocimiento integral del paciente como de enfermedades sistémicas y factores del entorno que pueden desencadenar problemas emocionales como la depresión, con el fin de conocer, orientar mejor a la población y canalizarla a servicios especializados, lo cual redundará en la calidad de la atención.