Incidencia de la actividad física en derechohabientes de 18 a 65 años de la unidad de medicina familiar número 7 del IMSS

Abstract

En la actualidad el estilo de vida de la sociedad contemporánea ha producido cambios notorios en sus hábitos, trascendiendo el sedentarismo como forma predominante de vida, lo anterior debido a la globalización, al desarrollo urbano y a la creación de múltiples herramientas de transporte y comunicación que promueven el sedentarismo, esto aunado a factores como la ingesta excesiva de alimentos procesados con alto contenido en carbohidratos simples, grasas saturadas y sodio han propiciado el aumento de enfermedades crónico degenerativas a lo largo de esta última década con proyecciones epidemiológicas en aumento de las mismas. Como parte de la evaluación integral del paciente con sobrepeso u obesidad es indispensable determinar su nivel de actividad física con el objetivo de incidir en dicha conducta durante el tratamiento, es por ello que el objetivo de este estudio es conocer la incidencia de la actividad física en los derechohabientes de la UMF 7 del IMSS a través de la aplicación del Cuestionario Internacional de la Actividad Física. Se aplicó dicho cuestionario previo consentimiento informado a sujetos de ambos sexos comprendidos entre 18 a 65 años, derechohabientes del turno matutino de la UMF 7. Resultados: El total de población encuestada fue de 100 derechohabientes de la UMF No. 7 del IMSS, 59% corresponde al género femenino y 41% corresponde al género masculino. El tipo de intensidad de actividad física con mayor porcentaje fue el de baja intensidad con el 43%, le sigue el de alta intensidad con el 40% y moderada intensidad con el 17%. Del total de la muestra el 37% tiene alguna enfermedad crónica (Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial Sistémica y/o Infarto Agudo al Miocardio) y el 63% son pacientes sin enfermedades crónicas. En cuanto al tiempo que permanecen sentados en un día, el promedio fue de 4.6 horas/día, sin embargo, el valor máximo fue de 20 horas/día. Ahora que se tiene información fidedigna acerca de la cantidad de actividad física que realiza la población, resulta importante continuar e incluso mejorar los programas de actividad física en todos los grupos etarios, en la población infantil y adulto joven como prevención de enfermedades crónicas y en los adultos mayores como parte de la prevención, pero sobre todo como parte del tratamiento de su patología.