Comunidades indígenas y pobreza, Oaxaca, 2012-2018

Abstract

La pobreza es un problema que afecta la vida y el desarrollo personal de las personas que la padecen. En México desde la década de los ochenta, con la implementación del modelo económico neoliberal, se ha incrementado de manera considerable la brecha entre las personas que concentran la mayor parte de la riqueza nacional, y afectando irónicamente a las personas que presentan más carencias y que, por consecuencia, las primeras en merecer la atención por parte del Gobierno. De entre los sectores históricamente desprotegidos están las comunidades indígenas. Las personas indígenas son excluidas habitualmente, tanto del ámbito laboral, como en el social. Lo que provoca que no sean incluidos en el desarrollo económico o social que se pueda generar en su localidad. Si a esta situación le agregamos que sufren de racismo, que son más proclives a violaciones de Derechos Humanos y que nos son tomadas en cuenta sus usos y costumbres. Es fundamental que se implementen políticas públicas que combatan esta segregación hacia los pueblos originarios. Es por ello, que se investigó el impacto que tienen las políticas públicas dirigidas a las comunidades indígenas. Determinar si a raíz de estas, se puede hablar de una mejor calidad de vida para las personas indígenas en situación de pobreza; o, por el contrario, si las acciones que se han llevado a cabo no sólo no han producido un desarrollo social entre los diferentes grupos vulnerables que conforman. El presente trabajo toma como objeto de estudio a Oaxaca, una de las entidades federativas con más variedad étnica en México, así como por ser uno de los estados de la República que cuenta con mayores índices de pobreza y pobreza extrema. En concreto, se abarcó las regiones del Itsmo de Tehuantepec y de Valles Centrales, dos regiones que concentran más de 700 mil personas indígenas distribuidas en distintos tipos de localidades.