Asociación entre tres variantes de nucleótido simple del gen TPH2 y la depresión resistente a tratamiento en población mexicana

Abstract

El trastorno depresivo mayor es un trastorno del estado de ánimo muy heterogéneo. Las clasificaciones psiquiátricas americana (DSM) e internacional (CIE) han llegado a un consenso en el cual dividen la sintomatología en 4 grupos principales: Fundamentales (tristeza, irritabilidad, anhedonia), somáticos (alteraciones del sueño, apetito, sexuales, fatiga), conductuales (problemas de concentración, memoria, psicomotoras) y del pensamiento (ideas de fracaso, culpa, desesperanza, suicidio y muerte) (APA, 2014) La depresión es un problema de salud pública de alta prevalencia a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (WHO, World Health Organization), en el 2015, la proporción global de gente que padecía depresión era de 4.4% aproximadamente, con variaciones en la prevalencia entre regiones (WHO, 2017). Las mujeres presentan, aproximadamente, el doble de prevalencia que los hombres de desarrollar depresión durante su vida. Estudios epidemiológicos han proporcionado evidencia de factores genéticos, influencias hormonales y capacidad de respuesta al estrés fisiológico, sin embargo, ninguna es completamente certera debido a la heterogeneidad de los factores de riesgo (Kuehner, C. 2017). De acuerdo con datos obtenidos de la Encuesta Mundial de la Salud Mental (World Mental Health Survey), la depresión es prevalente durante toda la vida y, en México, la edad promedio de inicio de depresión es de 18 años. (Kessler, R. C et al. 2007). Según datos de la Encuesta Nacional de los Hogares realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2017, mostró que el porcentaje total de integrantes del hogar de 7 años en adelante con sentimientos de depresión fue de 30.5%, siendo los adultos mayores los más afectados representando un 44.9% de todos los hogares encuestados. (INEGI, 2017)