Revista digital con perspectiva feminista. Edición y diseño

Abstract

México es uno de los países del mundo en donde la vida de las mujeres corre más peligro. Según algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG), cada día diez mujeres son asesinadas en nuestro país y nueve de cada 10 mujeres no denuncia violencia de género. Las cifras oficiales hablan de dos feminicidios diarios, o del 0.05 por ciento (SESNSP, 2021). El hartazgo y la rabia que esta situación provoca han derivado en numerosas manifestaciones de protesta por parte de mujeres, a las que también se han unido hombres, en los últimos años. A la par de la violencia contra las mujeres, en México el retroceso de los derechos y las protecciones esenciales de las personas se han debilitado progresivamente, de manera que se han exacerbado los problemas. Las prácticas discriminatorias permean todos los ámbitos de nuestra vida social. Sabemos que la discriminación es abrumadora y real, y que su extensa presencia exhibe la gran distancia que nos separa de la sociedad equitativa que deseamos para México. Es inadmisible que hoy, en 2021, aún persistan prácticas discriminatorias tan extendidas como oprobiosas, en términos de aspecto físico, de sexo, de edad, de tono de piel, de nacionalidad, de lugar de nacimiento, de raza y de un largo etcétera, las cuales producen daños gigantescos por la inequidad y la fragmentación social que generan, vulnerando en sus derechos, libertades y oportunidades tanto a mujeres como a hombres. La discriminación reduce, aísla, soslaya. A través de ella se estigmatiza a los seres humanos y se profundiza la desigualdad. Los actos de discriminación son violaciones directas a los derechos humanos.