El libro es un alimento Menú de un concepto metafórico

Abstract

En el origen de este ensayo hay una anécdota de casa, en aquel entonces sólo uno de esos comentarios que hacen las madres para hacer ver a los hijos sus propios desvaríos, quienes van por el mundo arrebatados por sus pasiones: “Come libros”, dijo mi madre. De ese modo ella aclaraba el camino que yo tenía que seguir después de un gasto inmoderado por la compra de ciertos e irresistibles ejemplares. Y de ese modo también, años antes de que sucedieran las siguientes páginas, ella vaticinaba el tema sobre el cual tratan, yo sin saberlo en ese momento, desprevenido: la metáfora del libro como alimento. Digo pues que muchos de nuestros actos siguen corrientes subterráneas, conectados a sus manantiales de origen, borbollones que permanecen inadvertidos hasta que seguimos las trayectorias que nos llevan frente a ellos. Así sucede con este ensayo que para decir lo que tiene que decir, en las formas adecuadas para la ocasión, se ha allegado de una perspectiva y una terminología que sin duda permiten una distancia fructífera, pero que no por ello deja de hablar sobre algo inevitablemente personal: la convivencia con el libro y el disfrute de la lectura.