Efecto del nivel de Muhlenbergia macroura sobre peso, consumo y digestibilidad en el conejo de los volcanes (Romerolagus diazi)

Abstract

México cuenta con la mayor diversidad de lagomorfos en el continente americano y es uno de los primeros países a nivel mundial; su territorio alberga a nueve especies de conejos (ocho del género Sylvilagus y una del género Lepus). De ese total, cinco especies de conejos y tres de liebres (57%) son endémicos del país y ocupan áreas de distribución muy restringidas (Ramírez-Pulido, 2005; Cervantes y Gonzáles, 1996). El conejo zacatuche (Romerolagus diazi), también llamado conejo de los volcanes, teporingo, tepolito o burrito, es una especie endémica de distribución restringida, que presenta un género monotípico de hábitos especializados, que a su vez, la hace muy sensible a cambios y alteraciones ambientales (Ramírez-Pulido et al., 2005). Es considerado como un conejo primitivo por sus características craneales, dentales y cromosómicas, así como por la relación con sus parásitos que son específicos. En 1983, Corbet determinó al zacatuche como un lepórido de la subfamilia Leporinae de acuerdo con las características de su tercer premolar inferior (Robinson et al., 2005). Es una especie endémica mexicana de un área pequeña restringida a las montañas centrales del Eje Neovolcánico Transversal (Cervantes et al., 1990). El estudio de su biología ha resultado atractivo, entre otras cosas, porque ha sido considerado como primitivo y por el enigma que representa su origen y sus relaciones biogeográficas (Vázquez, et al., 1996). Además, actualmente es considerada una especie rara y en peligro de extinción, registrada así desde 1966 en el Libro Rojo de Datos de la Unión Mundial para la Conservación (UICN, por sus siglas en inglés), y catalogada en peligro de extinción (P) y de hábitos especializados, por la NOM-ECOL 059-1994, y ratificada en la NOM-ECOL-059-2002, y por el Convenio sobre el Tratado Internacional de Especies en Peligro de Flora y Fauna (CITES) (Romero et al., 2005),